Jóvenes y Adultos

Buscar la felicidad tras descubrir qué hay bajo la alfombra

Hoy en día, ser persona adulta significa tener que enfrentar múltiples demandas sociales, expectativas económicas y normas que a menudo impiden un desarrollo de la propia individualidad y formas particulares de vivir la vida.

De ahí que el tránsito de la juventud a adultez supongan cambios vitales que implican transitar desde la dependencia a la familia al logro de una autonomía relacional, al desarrollo profesional y consecución de proyectos vitales. La búsqueda de autorrealización, estabilidad, el amor y la satisfacción, va acompañado de compromisos, responsabilidades, pérdidas y cambios constantes que exigen nuevos aprendizajes

Creemos que es relevante un acompañamiento psicológico a jóvenes tanto para el desarrollo de una identidad sexo afectiva propia y un modo elegido de vida, como el desarrollo de la capacidad de amar, cuidar y convivir.

En la edad adulta, nos enfrentamos a un mundo cada vez más acelerado, donde las respuestas caducan antes de ser probadas y las exigencias de éxito, junto con el miedo al fracaso; un mundo que responsabiliza a las personas de problemáticas que son sociales. 

Esto supone fuente de malestares que se dan junto a otros retos relacionados con la vida en pareja, familiar y/o a los problemas de los contextos laborales. El acompañamiento psicológico en esta época ayuda a entender las crisis vitales ocasionales de estas vivencias y a vivir de forma más equilibrada y saludable a partir de encontrar dimensiones personales olvidadas.